La cosa partía con 2 bandas de renombre en lo que es el rock duro criollo, primero fue Hielo Negro el encargado de abrir los fuegos con una selección que redondeó los 40 y tantos minutos en escena, al igual que lo sería posteriormente la aparición de Devil Presley. Ambos con una impecable participación y poniendo a prueba la acústica del recinto, como anticipando lo que venía.
Con puntualidad saltaba al escenario Lemmy y su tradicional saludo "Good Evening, We're Motörhead... We Play Rock 'n Roll" a lo que el Caupolicán respondió con euforia y se descontrolaba con Iron Fist, Stay Clean y Get Back in Line, primer single de su última producción.
Un tema insigne como lo es Ace of Spades hacía explotar el teatro, y dejaba en claro que nadie saldría sin antes reventarse los tímpanos con los ensordecedores decibeles a los que Lemmy Kilmister nos tiene acostumbrados. Tal como reza la letra de la solidísima Overkill -Only Way to Feel the Noise is When it's Good and Loud-, con la cual se cerró una noche que en casi una hora y media reventó la acústica de un saturado local que recibió con ganas a uno de los grandes nombres en la música como lo es Motörhead.
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